Metodología de trabajo
La intervención se diseña de forma individualizada, atendiendo al contexto, la historia y los valores de cada persona o equipo, con una evaluación continua que permite ajustar el proceso y optimizar los resultados.
Evaluación inicial
El proceso comienza con una evaluación detallada que permite comprender la demanda, el contexto en el que se produce y la historia personal o deportiva.
Esta evaluación no se limita a una primera sesión, sino que sirve como base para definir objetivos funcionales y orientar la intervención desde el inicio.
Intervención individualizada
A partir de la evaluación, se diseña una intervención ajustada a las necesidades reales de la persona o del equipo, coherente con sus valores y con las exigencias del contexto.
No se aplican protocolos cerrados: las estrategias se seleccionan en función de su utilidad y de la evidencia disponible.
Evaluación continua y ajuste
A lo largo del proceso se revisan de forma periódica los avances, dificultades y cambios relevantes, lo que permite comprobar si la intervención está siendo eficaz.
Cuando es necesario, se ajustan objetivos y estrategias para optimizar el impacto del trabajo psicológico fuera de la consulta.
Aplicación fuera de la consulta
El objetivo del proceso es que los aprendizajes se trasladen al día a día: entrenamientos, competición, trabajo, estudios o vida personal, según el caso.
La intervención busca generar cambios útiles, sostenibles y alineados con lo que es importante para cada persona o equipo.